miércoles, 23 de abril de 2008

Coca-Cola con Orejas


Viernes, 6 p.m.

“Chicas, tengo que hablar con ustedes un ratito, por favor nos juntamos en la salita en cinco minutos…” dijo el señor jorge con gesto adusto, y poco tiempo después, las cinco chicas que conformaban su equipo de trabajo ingresaron al recinto rectangular de 2 x 2 mts, rodeado de lunas polarizadas y pintado enteramente de color crema…
“Chicas, ayer tuve una reunión con el gerente comercial de la empresa”, todas lo miraban atentas, “Me hizo algunas observaciones con respecto a nuestro rendimiento del último mes y de como estamos llevando la cartera de los clientes, miren… no quiero hacerles perder su tiempo, así que en resumen diré…” , las mira a todas a los ojos, toma aire y pronuncia… “¡Desde el lunes que viene… NADIE ME HUEVEA!”… el puño del señor Jorge acaba de estrellarse en la mesa de reuniones.

Las chicas se ponen de pie e inician el retorno a sus lugares, cabizbajas y meditabundas, al ingresar a su oficina, descubren que cuatro jóvenes en corbata han tomado posesión de sus maquinas, y cuando estas llegan, como impulsados por un rayo eléctrico, los jóvenes abandonan el lugar misteriosamente, sin pronunciar palabra.

-¡Chicas, nos cagaron! –exclamó la Juana, que fue la primera en darse cuenta…
-¿Qué pasó chica? –preguntó la Susy, algo asustada
-¡Nos han bloqueado el Messenger! –dijo la Juana, con una cara de consternación total
-No puede ser… –dijo Brisita, e inmediatamente se puso a revisar su PC. Luego de algunos minutos dictaminó- También nos han bloqueado el Hi5, el Ares, pucha... ¡no tenemos ni acceso al Hotmail…!
-¡Ay chica, así no se puede trabajar! –dijo la Susy, totalmente arrebatada
-Brisa, ¿pueden hacernos esto?, quiero decir, ¿esto está permitido en las leyes laborales? ¿esta clase de maltrato? –preguntó la Juana muy seria
-No lo sé, pero esto no se va a quedar así –dijo brisita apoyando su mano en el hombro de su amiga, dándole ánimos
-Chica, y si le decimos al John que venga y que nos lo desbloquee otra vez? –dice la Susy, acomodándose el escote
-Bien tarada eres ¿no? –le dice la Juana- si los mismos chicos del área de John son los que han venido a desactivar todo, mas bien pobrecito el John, por ahí se dan cuenta de que él nos dio acceso y “la canción criolla”…
-¡Chica no me digas tarada ah! –dice la Susy muy enojada
-Ya, ya, no se peleen –dice Brisita, apaciguando la situación- tenemos que mantenernos unidas en esto

Siguiente Lunes, 8 a.m.

Brisita llega a su trabajo, tiene su celular en la mano, está conversando con su novio, no se da cuenta de que hay otra muchacha detrás de ella, le cierra la puerta en la cara.

-¡Oye estúpida date cuenta pues! –vocifera la joven, una morena muy alta con cara de mala
-¿Oe que?... ¿qué me has dicho oyeee… -Brisita la mira de arriba a abajo, la mide, luego termina la frase sonriendo-… Coca Cola con orejas?

La morena se queda estupefacta, sin palabras, no se esperaba una respuesta así, Brisita la mira de nuevo, esperando una respuesta, y como no obtuvo ninguna, se da media vuelta y camina hacia el ascensor.
Se da cuenta que ni la Susy, ni la Juana, ni las otras dos chicas han llegado, es la primera, prende su pc, abre el Internet Explorer, digita esa otra dirección que le dijo su enamorado, luego de algunos minutos sonríe feliz cuando se da cuenta de que logró conectarse al Messenger.
Al llegar sus amigas les da la noticia…

-Chicas, les tengo una buena noticia –dice feliz de la vida
-¿Qué pasó chica? –pregunta la Susy, mientras examina, en un espejo diminuto, si sus lentes de contacto (color turquesa) están bien colocados
-Yo, su amiga, la mas linda, la mas inteligente, ha hecho un descubrimiento que mejorará nuestra calidad de vida aquí en el trabajo. -dice Brisita, sacando pecho
-Habla de una vez pues oye, no te hagas la importante tampoco ah –dice la Juana, mientras le sonríe de reojo a uno de los chicos del área legal que pasa por su lado llevando unos papeles
-¡He encontrado otra forma de entrar al Messenger!, les dije que no podrían con nosotras –dice Brisita, feliz
-¡Chócala Chica! –dice la Susy, y estrella su mano con la de Brisita

Llegado el medio día, las chicas no han avanzado casi nada de su trabajo, apenas solo algunas gestiones, el supervisor del equipo, el señor Roberto se ha quedado dormido sobre su teclado, ellas se divierten conversando entre ellas por el Messenger…

Brisita Said: Ahhh… no les conté, en la mañana tuve un roche con la negra del piso 3 en la puerta, ¡me dijo estupida!
La Juana Said: Anda oye, y tu que le dijiste?
Brisita Said: La miré y le dije que era una Coca Cola con orejas… jajaja
La Susy Said: No jodas chika eso le dijiste?
Brisita Said: Jajajaja … siiiiiii…….
La Juana Said: Jajajaja… te pasas oye!... y que te dijo la negra?
Brisita Said: Nada, se quedó cojuda, me miró nomás, yo me di la vuelta y me vine…
La Susy Said: Y no te miedo chika? Esa chokoteja es grandota!
Brisita Said: No, tas loca, yo no le tengo miedo a nadie!
La Juana Said: Ahhh… corazón valiente te crees!
La Susy Said: Jajajaja…. “korazón valiente”
Brisita Said: Ahhhhhh tas con la chispa cabeza grasosa!
La Susy Said: Jajajajajaja….. “kabeza grasosa”
Brisita Said: Y tu no te vaciles mucho nomás… oye… cara de bolsa!
La Juana Said: Jajajajajaja
La Susy Said: Ya ves chika?
Brisita Said: Ya ya disculpa amiga, pero es que te vacilas gratis pues…

Llegada la hora del almuerzo Brisita, La Susy y La Juana suben a calentar sus tappers al sexto piso, donde queda el comedor, y al llegar a la puerta del mismo, se dan con la sorpresa de que cuatro chicas: la morena de la mañana y tres de sus amigas, las estaban esperando…

Continuará…..

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sábado, 12 de abril de 2008

El mejor regalo.


Aun no terminaba de despertarme cuando sentí un ruido en la puerta del dormitorio… era mi mamá…

Su carita redonda, su cabello corto, su olor rico, y su amplia sonrisa… esa era mi mamá.

Llevaba una bolsa de plástico negra en sus manos…

“Estas son las mañanitas que cantaba el rey David,
A los muchachos bonitos, te las cantamos a ti…”

“Despierta mi rey despierta, mira que ya amaneció,
Ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió…”

-¡Feliz cumpleaños mi amor! –dice, mientras me da un beso-
-Gracias mamá… -digo torpemente, nunca se que decir cuando mi mamá hace eso-
-No tuve tiempo de comprarte un regalito, porque recién salgo de turno, pero te traje esto…

Entonces mi madre se pone de pie abre la bolsa negra y deja caer encima mío, decenas de golosinas, una lluvia de chocolates, marshmellows, gomitas, caramelos, chupetes, chifles, sparkies, todos los dulces que se puedan imaginar cayeron sobre mi…

-Que chévere Mami... muchas gracias
-De nada mi amor…, ¿te gustó?
-Siiii…!!.. mucho –dije mientras miraba la bolsa roja de los ricos chifles piuranos con canchita que a mi me encantaban-
-Como te dije, no tuve tiempo de ir a comprarte nada, pero le compré a “la Maria” todo esto…

Maria era la señora que vendía golosinas en la bodega que quedaba frente a la clínica donde trabajaba mi madre, era una señora muy buena que me fiaba todo lo que yo le pedía, a veces, yo iba con mis amigos del colegio y me fiaba para todos sin decir nada, luego mi madre le pagaba.

-¿Y adonde quieres ir hoy bebé?
-Quiero ir a la playa, a pasear en bote…

Cuando era niño, me encantaba ir a las playas de chorrillos y dar largos paseos en los desvencijados botes que allí alquilaban, luego de ello mi mamá y yo comíamos anticuchos y picarones, y brindábamos con chicha de jora en alguno de los puestos de madera que habían en la orilla de esas playas.

Por la tarde, y siempre contra mi voluntad, mi madre compraba una torta, preparaba bastante chocolate caliente e invitaba a todos mis amigos de la cuadra a tomar lonche, luego a una hora prudente, hacia que todos me cantaran el happy brithday, algunos me traían regalo, otros no, recuerdo que “los chepes”, tres hermanos amigos míos, que eran quizás los mas humildes de la cuadra, siempre me obsequiaban algo, a veces un jabón de olor, otras un par de medias, nunca venían con las manos vacías “los chepes”, una vez me regalaron un mango inmenso que su mamá había traído de arequipa, estaba riquísimo.

Nunca había niñas en mis cumpleaños, yo era demasiado tímido y no tenía amiguitas, solo amigos, encima mi colegio era de puros hombres, así que luego de terminar el rico lonche que mi madre nos había preparado, salíamos a la calle a jugar al fútbol o a las escondidas, a “Bata” o a lo que fuere, nos divertíamos mucho.

La mayoría de mis amigos en Surquillo, celebraban sus cumpleaños como yo, y la verdad que la pasábamos muy bien. A casi todos mis amigos de esas épocas los he perdido de vista, a los “Chepes” ya no los veo, se fueron a Argentina a trabajar hace muchos años, los demás siguen por aquí pero igual no los veo, a algunos les va bien, a otros no tan bien, hay incluso algunos que andan en negocios un poco turbulentos ja, ja… pero bueno, ¡que así es la vida homes!, y a todos los guardo en mi corazón porque compartimos juntos la época más linda de nuestras vidas: la niñez.

Esa bolsita negra llena de dulces ha sido el regalo de cumpleaños más lindo que me han hecho en la vida, y la verdad, dudo que alguien algún día lo supere, a menos que sea mi madre obvio, de ella si espero cualquier cosa.

Y… los dejo, suena el timbre de mi casa, y yo ya se quien es. Es doña Elsita que como tooooodos los años, viene a cantarme las mañanitas…

“Estas son las mañanitas que cantaba el rey David,
A los muchachos bonitos, te las cantamos a ti…”

“Despierta mi rey despierta, mira que ya amaneció,
Ya los pajaritos cantan, la luna ya se metió…”

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