jueves, 31 de diciembre de 2009

Adios Tacneñita Linda (Crónica desde el cielo)

Son las 5 y 34 de la tarde y estoy en el aeropuerto, la K está a mi lado leyendo el libro “los últimos días de la prensa” y yo estoy aquí escribiendo este post, es la primera vez que escribo un post desde un sitio así…

El día de ayer a las 5 de la mañana falleció de un infarto al corazón la única abuela que me quedaba y a quien yo más quería, mi abuelita Adelaida Vda De Arguedas, la madre de mi padre. Yo me enteré como a las 10 de la mañana, mi madre me llamó al trabajo y me lo dijo, sentí una repentina sensación de vacío, pero permanecí tranquilo. Le pregunté a mi mamá por mi papá y me dijo que aun estaba con ella en la casa, yo le pregunté que porque no iba a la casa de mi tía, lugar donde estaba mi abuela, pero me dijo que él no quería ir solo, que tenía miedo de la reacción que tendrían mis tíos al verlo.

Mi abuela era toda una señora, viuda desde muy joven y con todos sus hijos casados, vivía sola en una casona grande y atendida por su fiel empleada. Los recuerdos más fuertes que tengo de ella son tres, y pensar en ellos me arrancó algunas lagrimas ayer a la salida del trabajo, mientras conducía por la tomas marsano hacia su velorio…

Las historias…
Mi abuela tenía un gran sentido del humor, era patriota hasta el tuétano (como toda tacneña de pura cepa) y tenía un talento impresionante para contar historias, talento que yo siempre le admiré. Cuando mi abuelita comenzaba a contar una historia yo al toque me ponía cómodo y me ponía feliz a escucharle. A mi abuelita le gustaba que yo la escuche, supongo que la emocionaba que su pequeño nieto, el mas orejón de la familia, fuera su hincha numero uno. Las historias que mas me gustaban eran las que tenían que ver con la ocupación chilena, mi abuela se sabía mil historias interesantes al respecto, ya que ella fue una de tantas niñas Tacneñas que crecieron durante esa época, que como todos sabemos, duró 50 años…

“Y entonces en la madrugada del 28 de julio de aquel año, varios jovencitos Tacneños entre 17 y 20 años, bajaron silenciosamente la bandera Chilena del pabellón y en su lugar colocaron nuestra bandera, y al otro día muy temprano, todos los Tacneños pudimos ver en el pabellón de la plaza, como si se tratase de un milagro, nuestra preciosa bandera roja y blanca flameando otra vez en el lugar que le correspondía, inmediatamente todos los que estábamos en la plaza nos pusimos a cantar el himno nacional…”

Ahora son las 6 y 51 de la tarde, la K y yo estamos ya en pleno vuelo hacia Tacna, por la pequeña ventana del avión se puede ver al sol ocultarse y al cielo pintarse de hermosas tonalidades naranjas y celestes…


Las humitas al final de la misa…
Mi abuela era bien católica, todos los domingos a las 8 de la mañana asistía puntualmente a la misa que se ofrecía en medio del parque Bolívar de Surquillo. Yo por esas épocas andaba en mis 10 años y siempre la acompañaba. No era que me emocionara mucho levantarme tan temprano a escuchar las palabras de ese sacerdote con cara de bulldog, lo que más me gustaba era andar con mi abuela por las calles, tomándola del brazo como si fuéramos novios, yo siempre he sido muy cariñoso y con mi abuelita lo era más porque la quería mucho.

Siempre al terminar la misa, acompañaba a mi abuela hasta su casa, que quedaba a cinco cuadras de la mía, y en el camino siempre pasábamos por la panadería, allí hacíamos una parada y mi abuelita compraba cinco panes con su respectiva dorina y a mí me compraba 2 humitas dulces. Debo confesar que a esa edad las humitas dulces eran mi perdición, y el hecho de que mi abuelita me las comprara siempre al terminar la misa era otra gran motivación para acompañarla, mi abuelita obviamente sabia que me encantaban y por eso siempre me las compraba complacida.

Las señoritas fly hostess pasan con la bandejita y nos preguntan qué queremos, la K pide un vaso con agua y yo pido un jugo de naranja y un kekito de platano, son las 7 y 13 de la noche, en aproximadamente 1 hora llegaremos a Tacna, la tierra de mi abuela…

Octubre morado, la última vez que te vi…
En octubre de este año, luego de ver a tantas señoras piadosas vestidas de morado alrededor del señor de los milagros, me acordé de ti y quise ir a verte. He sido un mal nieto, lo reconozco, la última vez que te había visto había sido en un cumpleaños tuyo hacia 2 años.

Luego de preguntarle a mi papá la dirección, llegué al asilo en pueblo libre, cuando entré a tu cuarto estabas recostada en tu cama, te bese en la frente y comencé a hablarte, la K a mi lado se puso a hacerte cariños en el cabello y la Cami me preguntaba porque no te movías ni hablabas…

En un momento de la visita me quedé solo contigo y comencé a llorar, ahora recordaba porque no me gustaba ir a verte, me daba una pena horrible verte así con una sola pierna, como una plantita sin poder moverte ni hablar. Tú que siempre fuiste tan coqueta, tan temperamental, tan independiente, la siempre digna matriarca de la familia, ahora estabas allí, alimentándote por un tubo de plástico, con la mirada perdida, sin poder reconocerme…

Abandoné el asilo una hora después, y mientras conducía hacia mi casa recordé lo que le había pedido a la imagen del señor de los milagros ese mismo día por la mañana, que por favor de una vez por todas, te dejara descansar en paz…

Luego de escribir todo esto que he escrito, me doy cuenta de que no fui un buen nieto contigo, que solo estuve contigo en las épocas buenas, pero en las malas te abandoné. Decir que fue porque ahora tengo familia, trabajo y demás responsabilidades son solo excusas. Preferir olvidarse de alguien porque el verlo te hace daño es cosa de cobardes y definitivamente yo contigo me comporte como un cobarde, la última vez que te vi te lo dije y te pedí perdón por eso, y sería el hombre más feliz de la tierra si pensara que en ese momento me escuchaste y me entendiste… pero sé que no fue así y tal vez por eso me siento así como me siento…

“Cuando los Chilenos se dieron cuenta lo que habían hecho los jóvenes Tacneños, se hicieron a los que no les importó, pero 6 meses después, corrieron la voz de que había trabajo bien pagado en unas minas de Antofagasta, muchos jóvenes tacneños entre 17 y 20 años se inscribieron para trabajar allí, a los pocos días a todos los subieron en un barco, yo fui a despedir a varios primos míos al puerto, ninguno de ellos volvió jamás, los ahogaron a todos en el mar…”

Son las 8 y 10 de la noche, y por los parlantes del avión nos recomiendan apagar los celulares y los aparatos electrónicos, yo hago lo propio y apago esta laptop prestada, coincidencias de la vida, pasaré la noche de año nuevo en Tacna, en la Tacna que tanto me enseñaste a querer abuelita, en la ciudad que tanto amaste y a la que nunca pudiste regresar…

Fin.

PD: Publico este post a la 1 y 30 de la tarde del día 31 de diciembre, me siento recontra cansado porque toda la mañana estuvimos caminando y haciendo compras por los mercadillos. Aun no tenemos decidido en qué lugar pasaremos el año nuevo y la verdad no es que tanga muchas ganas tampoco. Lo que si quería era aprovechar este momento para desearles a todos ustedes queridos amigos que leen este blog, que este año nuevo 2010 que se viene les vaya de la san puta madre y que todos sus buenos deseos se cumplan, en serio un fuerte abrazo de su amigo EBP…

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lunes, 21 de diciembre de 2009

Feliz Navidad, Señor Ladrón…

Ayer, mientras mi Cami era anunciada por el presentador, y bajaba preciosa por la escalera cogida del brazo de su parejita, recibí la siguiente llamada al celular: “Hijito, me acaba de llamar mi papá, dice que acaban de entrar a tu casa a robar…”

Cuando la K me preguntó que pasaba, disimuladamente le dije al oído lo que mi hermana me acababa de decir, la K se puso pálida, y yo le dije que estuviera tranquila porque mi papá ya estaba en la casa, pero que igual quería ir a ver como estaba todo por allá, que en unos minutos estaba de vuelta. Y así lo hice, rápidamente salí del colegio, subí al carro y manejando a 80 por hora llegué a mi casa en 10 minutos. Mi papá estaba en la calle conversando con algunos vecinos, se le notaba bastante alterado, “Jose han entrado unos rateros a tu casa, vamos a buscarlos, dicen que están en un yaris plomo”, entonces mi papá sube al auto con la legendaria smit & wesson al cinto y juntos nos ponemos a dar vueltas por el barrio con la esperanza de encontrar a los ladrones, pero nada, no encontramos nada…

Quince minutos después al fin entré a mi casa, habían dejado todo patas para arriba en busca de plata (que no había) y se habían llevado mi computadora, el televisor y el reproductor de dvd, no puedo describir con palabras todo lo que sentí al ver mi hogar violentado de esa forma, todos los cajones estaban abiertos y la ropa de mi hija y mi esposa estaba desparramada por el suelo, el rack del televisor estaba doblado como si fuera de hule y ante mis ojos se vio como una siniestra escultura dejada en recuerdo por los ladrones…

A mi hermano mayor, que vive arriba de mi casa, le fue peor, de él se llevaron su televisor (el doble de grande que el mío), su dvd, el play station de mi sobrino, la computadora y el equipo stereo, lo llamé al celular y me dijo que ya estaba en camino. Le dije a mi papá que por favor se quedara hasta que llegara mi hermano, que yo tenía que regresar a la fiesta de Cami, mi papá estuvo de acuerdo, se le notaba mas tranquilo…

Para mi “buena suerte” llegué a la fiesta de Cami, justo en el momento en que la directora del colegio acababa su discurso y todas las parejitas se disponían a bailar el tiempo de vals, rápidamente tomé mi lugar en la mesa, agarré la cámara y con el corazón latiendo a mil, grabé todo el baile de mi princesa de principio a fin, y mientras la veía bailar, pensaba, “Que realmente no importaba nada que hubieran entrado a mi casa a robar, lo que realmente importaba, era estar en ese momento con mi esposa y con mi hijita, viéndola bailar hermosa con su vestidito rosado… porque todas esas cosas materiales que se llevaron, las podemos conseguir de nuevo, pero momentos mágicos como este, que vemos a nuestra hija dando vueltas sobre sus zapatitos blancos, esos si que no se consiguen ni con todo el oro del mundo…”


Y hoy que estoy en mi trabajo, y escribo desde aquí porque lamentablemente ya no tengo computadora en casa, le quiero dar las gracias a usted amigo Ladrón, porque sin quererlo usted ayer me hizo recordar, una vez más, que todas las cosas que me hacen realmente FELIZ todavía las tengo conmigo… y de todo corazón deseo… que todo lo que usted se llevó ayer de mi casa lo haga un poquito feliz a usted también… que pase una Feliz Navidad, Señor Ladrón…

Fin.

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martes, 8 de diciembre de 2009

Surquillo

"¡PAFFF!... ¡Ya cállate conchatumadre!".. Quique la cagó, le metió una cachetada al pituco y lo hizo llorar, ahora la gente se va a dar cuenta, una señora gorda que pasaba se ganó el pase y nos miró raro, "Ya ya huevón sacate las zapatillas al toque, no hagas que te pegue de nuevo"… la señora gorda retrocede unos pasos, se acomoda los lentes para ver mejor y… "¡Rateros…Suéltenlo!... ¡Policía!"... la cagada… a correr nomás…

Ágiles, fuertes y con la adrenalina a mil, Quique y yo corremos por las calles de miraflores con nuestras mochilas llenecitas de objetos robados, un par de zapatillas reebok fosforescentes, un reloj swatch con motivos japoneses, un skate "Santa Cruz", en fin, las cosas mas raras y exclusivas, pedidas por los chibolos del barrio y canceladas en efectivo (a la quinta parte del costo real) por sus madres, al fin y al cabo, ninguna de ellas podía comprarle esos objetos a sus hijos en las tiendas, ¿iban acaso a pagar 100 dólares por un par de zapatillas? ¿250 dólares por un Skate?, ¡ni de vainas!, nos compraban a nosotros, ¡Quique y yo éramos los Robin Hood de Surquillo!, había que ver los rostros de los chibolos del barrio cuando les llevábamos a la puerta de su casa lo que habían pedido, sus caritas resplandecían de ilusión y alegría.

No éramos los únicos, como nosotros habían muchos en el barrio, los podías identificar fácilmente, jóvenes de clase media baja, con el corte "honguito" de moda y exageradamente bien vestidos, paseando perros de razas (cuyos precios fluctuaban entre 100 y 300 dólares) por las calles sucias y maltrechas de Surquillo, era un espectáculo surreal y hermoso.

En mi casa por razones obvias desconocían de mis andadas, pero mi viejo sospechaba y en mas de una ocasión quiso sacarme información, yo me cerraba , me hacia al loco, y cuando ya la cosa se ponía insostenible, lo dejaba hablando solo y me iba a la calle a fumarme un bate tranquilizador, luego regresaba muy de noche cuando todos en la casa ya estaban durmiendo.

Los sábados eran maravillosos, por lo general nos íbamos a la playa muy temprano, a correr, a nadar y a quedar bien bronceaditos para la fiesta de la noche, nos tirábamos como reses en la arena y esperábamos hasta que se ocultara el sol para retirarnos, solamente si teníamos ganas o nos faltaba efectivo robábamos un par de zapatillas o un relojito en el camino, las victimas por lo general eran bañistas que (al igual que nosotros) abandonaban la playa muy tarde.

El día de mi cumpleaños número 18 mis amigos me organizaron una fiesta espectacular, con mucho trago, buena música y lindas flaquitas, esa noche conocí a Surama Valderrama, una flaquita bien de avanzada conocida en todo Surquillo y balnearios como la popular "Sury". Luego de varias botellas de cerveza y varias piezas de salsa pegadita la cosa pintaba para campeón, así que haciendo uso de mi condición de "dueño del Santo" le susurré a Sury en el oído la idea que hace rato me rondaba la cabeza.

Minutos después estábamos en "La carcocha" (un auto viejo y abandonado en un corralón, allí íbamos los del grupo siempre que queríamos estar solos, allí bebíamos, allí fumábamos y a veces hasta dormíamos cuando a alguno de nosotros lo botaban de su casa), Sury conocía nuestro escondite, había estado allí muchas veces, varios de mis jóvenes colegas me habían contado con lujo de detalles la manera como disfrutaron de sus caricias en el asiento trasero de la carcocha, pero para mi era la primera vez con Sury, para ser mas precisos, era la primera vez que intentaba llegar mas allá de los besos con una chica luego de lo que pasó con "Ella", pero no quería pensar en eso ahora, estaba muy drogado y demasiado excitado para razonar, para detenerme, así que seguí besándola desesperadamente y recorriendo con mis manos los lugares más recónditos de su adolescente anatomía, pude al fin desabrocharle la blusa y comenzar a lamerle los pechos, "Despacito, suavecito", susurraba Sury con una vocecita entre ronquita y suave, lo cual en vez de tranquilizarme terminó por volverme bestia del todo, así que le bajé el calzón, la abrí de piernas toscamente y mirando su rostro bello echado hacia atrás, con los ojos cerrados y mordiéndose los labios intenté consumar el acto penetrándola... pero no pude.



"Pero sé que me quieren, como los quiero..
Saben a quien me refiero,
A los que conmigo crecieron.."


Fin.

PD1: Hace algunos años se me dió por escribir cuentos y mandarlos a concursos (concursos en los que nunca gané nada por cierto jaja), escribí como 3 creo, uno de ellos se llamaba "Mi padre, ella y yo", este post es un fragmento, a ver que les parece...

PD2: El video que aparece al final del post pertenece al grupo de rap "Fakir Ft. Norick", el tema me lo recomendó mi pata Stone Dick y me parece que la letra le cae a pelo a este post, muchas gracias local..

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