viernes, 7 de septiembre de 2012

Ricky, mi peluquero estrella

Hoy pedí el día libre para hacer varias cosas, entre ellas cortarme el cabello, pero ya van dos veces que vengo a la peluqueria a buscar a Ricky (mi peluquero estrella) y no lo encuentro. Así que harto de hacer hora dando vueltas por los centros comerciales, entro a la peluqueria dispuesto a hacerle la guardia al demorón de Ricky. Me siento en uno de los sillones verde limón, agarro una Vogue y me pongo a ojearla cuando oigo que más allá hay otros dos peluqueros hablando de Ricky, "Oye y has visto el pantalón saca-pompis con el que ha venido Ricky? Jajaja" se rien los dos, y yo en ese momento me doy cuenta que estoy vestido totalmente de negro y, casualidades de la vida, todos los peluqueros gays de esa peluquería también. Una señora sesentona entra a la peluqueria y como soy al primero que ve, me pregunta "A como el laceado japonés?", yo le sonrío y le digo que yo no trabajo allí, los dos peluqueros de al fondo vuelven a reir. En esas hace su ingreso Ricky, lleva puestas unas all stars negras sin pasadores, unos jeans negros pegaditos (y en efecto, saca-pompis) y un polo talla XS negro con el nombre de la peluqueria estampado en letras doradas, "Hola, como estás" me saluda dándome la mano y los peluqueros del fondo lo miran con odio, seguro porque a ellos nadie los espera o tal vez porque no tienen unos jeans saca-pompis como los de Ricky, mi peluquero estrella... Me siento en la silla y Ricky empieza su chamba, lo que me gusta de Ricky es que va despacio, pensando cada tijerazo, Ricky conoce mi cabeza (ok, eso sonó cabrazo) y aquellos defectillos que tiene que disimular, sabe que ya me estoy quedando pelado en ciertas areas y que tengo una oreja mas abierta que la otra, Ricky sabe todo esto y lo asolapa entresacando por aqui, dejando un flequillo por allá, y lo mejor de todo es que a cada rato me pregunta "Voy bien?" con una sonrisa, y yo le contesto que si, con otra sonrisa, y siempre está dispuesto a mostrarme como está quedando el corte por atrás con un espejito sin enojarse... Cuando le conté de Ricky a mi novia ella me empezó a decir en joda que él y yo teníamos algo, y que en adelante ella me iba a acompañar a la peluqueria para vigilarnos de cerca, yo me reí de buena gana y le dije que ella nunca entendería mi relación con Ricky, mi peluquero estrella...

Leer más...