sábado, 24 de agosto de 2013

Las Zapatillas Prometidas

Mi novia viene a mi casa a las siete de la mañana para ir a correr, se viene con su ropita runner, una mochilita y una bolsa negra que llama mi atención. Abro la bolsa y dentro encuentro unas zapatillas Adidas de color negro con blanco, unos botines de cuero muy bonitos.
-N y estas zapatillas?
-Me las trajo JP, pero la verdad no me gustan
JP es el primo de N, que ha venido de USA hace poco. Me quedo mirando las zapatillas largo rato y empiezo a recordar…
--- o ---
Tenía unos 10 ó 11 años, no lo recuerdo bien. Estaba haciendo mi tarea en el cuarto cuando se escuchó el sonido de la llave y unas risas detrás de la puerta de mi casa. Cuando fui a ver quién era me encontré con mi papá y mi tío Pancho, los dos estaban borrachos como una cuba…
-Chicle bomba! –me dijo mi tío (así me decían de niño porque era medio gordo) –
-Hola tío Pancho –respondí tímido, no veía a mi tío Pancho desde hace tiempo-
Mi tío Pancho era primo hermano de mi papá, pero no se parecía ni mierda a mi papá. Mi tío Pancho era chato (mi viejo alto), blanco (mi viejo moreno), lacio (mi viejo crespo), siempre paraba de buen humor (mi viejo siempre molesto) y tenía un culo de plata (mi viejo era Policía Peruano)
-Puta como ha crecido el chicle bomba oe Pepe!
-Ahhh –asintió mi viejo de mala gana, llenando una bolsa con botellas vacías en la cocina-
Mi tío Pancho no vivía en Lima, vivía en Estados Unidos, pero venía algunos días al año a Perú, y siempre que venía se perdía con mi papá por varios días, durante esos días mi viejo estaba en calidad de “no habido”, cuando yo le preguntaba a mi mamá “¿Por qué mi papá no viene a la casa tantos días?”, mi mamá me respondía “Es que ha venido tu tío Pancho”…
Mi tío Pancho no estudió en la Universidad, ni siquiera acabó el colegio, desde chico tuvo que trabajar porque su papá (que era hermano de mi abuela) abandonó a su mamá por otra mujer más joven. Así que mi tío Pancho creció rápido, vivió en el Callao, en La Victoria y en Surquillo, y aprendió a valerse por si mismo desde chiquillo. Un día mi tío Pancho de joven se desapareció del mapa por algunos años, la familia entera lo creyó muerto pero luego se enteró que estaba en Estados Unidos (sabe Dios como), y luego de unos años más reapareció como si nada hubiera pasado en una fiesta en la casa de mi abuela, de la mano de una mujer rubia, voluptuosa y exageradamente apretada. Recuerdo bien ese día porque yo le abrí la puerta, estaba más pequeño y más chicle bomba también.
Mi tío Pancho tenía el talento de alegrar la fiesta con su presencia, ni bien llegaba todos lo saludaban, lo abrazaban y se cagaban de risa con él. Él al toque se ponía a tono, mandaba a los sobrinos (yo, en primera fila) a comprar cerveza y luego (la mejor parte) nos daba a cada uno una espectacular propina de 20 dólares por cabeza. Recuerdo que esa noche mi tío Pancho terminó la noche bailándose un tango pegadito con la rubia en la sala de la abuela mientras todos mis demás tíos (mi viejo incluido) se cagaban de risa y exclamaban “Ese Panchito es la cagada!”
Pero estábamos en que mi tío Pancho llegó con mi viejo a mi casa, y eso a mi me alegraba porque significaba que se iban a poner a tomar, lo cual significaba que me iban a mandar a comprar las cervezas, lo cual significaba que mi tío Pancho me iba a dar un fabuloso propinón. Pero esta vez -para mi tristeza- sería diferente, ya que fue mi viejo en persona quien iría a comprar la cerveza, “Ya vengo” dijo, dejándome solo con el tío Pancho
-Y como estás chicle bomba? Puta que cuéntate algo pes, no seas chuncho!
-Je je .. alli pes tío.. haciendo mis tareas..
-Ese mi sobrino carajo, una mente brillante, una luminaria!, y encima guapo carajo!, puta sobrino tú deberías ir para allá donde yo vivo, las gringuitas se morirían por ti, ese cacharro es de exportación! (dijo esto último metiéndome 3 lapos en el cachete)
En eso mi viejo llegó de la tienda…
-Oye Pepe –dijo mi tío Pancho- , a quien ha salido guapo el chicle Bomba si tu eres un feo de mierda?? JAJAJAJAJAJA
Y mi viejo que siempre paraba molesto, no se enojó por la broma de mi tío, por el contrario, se la festejó y se cagó de risa también, y entonces yo aprendí una lección de vida: Si el que pone el trago te hace una broma, cágate de risa.
-Sobrino, hoy estoy de buen humor, tu me caes de la putamare en verdad y quiero regalarte algo (propina! Pensé yo) , pero quiero que sea algo especial, algo que te guste mucho, ¿hay algo que quieras? ¿qué tal unas zapatillitas como estas?
Y entonces mi tío Pancho se subió un poco la basta del jean y me mostró las zapatillas que tenia puestas, eran unas Reebok caña alta de cuero, negras con blanco… yo tenía 10 ó 11 años, vivía en Surquillo y para mi, en ese momento, esas zapatillas eran inalcanzables…
-¿Te gustan no?, claro pues, a los chibolos allá les encantan también, son las ultimitas ah, tu tío no usa huevadas pes sobrino
-Están bien bonitas tío
-¿Cuánto calzas chicle bomba? A ver ven acércate…
Y yo me acerqué. Mi tío me dijo que alce el pie, me tomó el pie con una mano y con la otra lo midió
-A veeer… una cuarta con un dedo más o menos… ya sobrino ¿qué estamos hoy?
-24 de agosto tío
-Ya! Mira , esta navidad que viene, te prometo que te traigo unas zapatillas como estas de Estados Unidos, ¿qué te parece?
Yo no lo podía creer, me quedé cojudo, mi tío Pancho me iba a regalar un par de esas zapatillas que usaban los gringos, estaba feliz
-¡MUCHAS GRACIAS TIO PANCHO! –dije esto y lo abracé, mi viejo desde el otro sillón me miró extrañado-
-De nada sobrino, y ahora váyase a seguir haciendo su tarea porque usted es recontra inteligente, usted de grande va a trabajar en la NASA conchasumare! Si o no Pepe?? AJAJAJAJA
Y mi viejo volvió a reir, luego me dijo de mala gana que me fuera para adentro y puso música en la radio a todo volumen
No saben con que ilusión esperé la navidad de ese año, le conté a todos a mis amigos del barrio y del colegio que mi tío Pancho me iba a traer unas Reebok en navidad
-Unas Reebok huevonch? No jodas! (así hablaba mi amigo “el pecoso” Lopez, siempre le aumentaba una CH a las lisuras)
-En serio pecoso, así me dijo, y mi tío si puede hacerlo porque él vive allá y tiene plata como mierda
-Puta cuando las vea te creo huevonch

Y bueno, luego de mucha espera llegó diciembre, y yo ya la tenía podrida a mi mamá preguntándole si mi tío Pancho había venido a Perú “No sé hijito, ¿por qué no le preguntas a tu papá mejor?”, pero yo no le preguntaba nada a mi papá, le tenía un poco de miedo porque siempre paraba molesto y olía mal.
Así que esperé y esperé, hasta que llegó el 23 de diciembre, y ese día fue grandioso porque mi viejo no vino a dormir y mi mamá dijo “Segurito que ha venido el Pancho” y yo me alegré porque eso significaba que habían llegado mis Reebok, y fue la única vez que deseé que mi viejo viniera borracho a la casa.
Y llegó la noche buena, estábamos todos en la sala, mi mamá, mi hermana, mi hermano y yo, mi papá no se aparecía y lo más importante para mi, no se aparecía mi tío Pancho, y dieron las 12 y los cohetes empezaron a reventar y todos nos abrazamos y mi mamá sirvió el chocolate y mis hermanos me miraban con pena porque sabían lo ilusionado que estaba con esas zapatillas y yo me hacía el valiente pero la verdad quería llorar, pero en eso, cuando todo parecía perdido, el sonido de unas llantas rechinando la pista sonaron y unas carcajadas conocidas se escucharon…
Me asomé por la ventana al toque, eran mi papá, mi tío Campi (hermano de mi papá) y mi tío Pancho!, “Lo sabía carajo! Lo sabía!” pensé, y mi hermano y hermana agarraron sus tazas y se metieron al cuarto (no les gustaba cuando mi papá venía borracho) y mi mamá puso cara de circunstancia pero la disimuló lo mas que pudo por mi, en eso entraron a la casa, estaban borrachos claro, pero eso a mi no me importaba, entraron y todos saludaron a mi mamá, mi viejo le dijo “Feliz navidad chola” a mi mamá, y mi mamá le dijo “Feliz cumpleaños Pepe” (verdad, no les conté que el cumpleaños de mi viejo es el 25 de diciembre), y luego saludaron a mi mamá mi tío Campi “Feliz navidad pess cuñaditaa” y luego la saludó lo máximo, o sea mi tío Pancho, que llevaba una bolsa negra grande en una mano y yo ya no podía mas de la emoción, “Merry Christmas pes primaaa!”, “Feliz navidad Panchito” respondió mi madre sin acercarse mucho a mi tío Pancho que olia a purito trago
-Chicle bombaaaa!! Feliz navidaaadd pe chicle bombaaa!!!
-Feliz navidad tío Pancho!, feliz navidad tío Campi!, feliz cumpleaños papá
Mi papá recibió mi abrazo como quien no quiere la cosa y luego se dirigió a mi mamá
-Chola sírvenos la comida pues… que estamos con una carabina de Ambrosio brava
Y entonces mi mamá se fue a la cocina y yo me quedé mirándolos. Entonces mi tío Pancho se sentó y luego de un rato reparó en la bolsa que tenía en la mano
-Ah conchasumare verdad! Pepeeeee!! Miraaaaaaa lo que he traido!! –dijo guiñándome el ojo, y yo no podía estar más feliz-
-¿Qué es esa huevada? –dijo mi viejo-
-Algo que ha traído tu primo de los Yunaites para hacer esta noche especial, mira!
Y entonces mi tío Pancho abrió la bolsa negra , “Es una caja? una caja! Mis zapatillas! Mis zapatillas Reebok!!”
-¡¡Un whiskycito “Juanito Caminante” etiqueta negra para chuparlo por el cumple de mi primo pee conchasumareeeee!!
-JAJAJAJA putamare primo GRACIAS
Dijo mi viejo sin mucha emoción, y luego me ordenó de mala gana que trajera un cuchillo de la cocina “Para abrir esa huevada”…
--- o –--
-¿Amor que piensas? –me pregunta N-
-Nada negrita, que están bien bonitas tus zapatillas…

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viernes, 2 de agosto de 2013

Que nadie te toque el poto

Son las 6:10pm y sigo en mi trabajo, estaba revisando unos diarios por internet y me encontré con 2 noticias que llamaron mi atención, en una informaban acerca de un ex marine américano que luego de 20 años de servicio se había cambiado de sexo, antes se llamaba Chris y ahora se llama Kristine. La otra noticia hablaba de un chico y una chica que habían cambiado de sexo, se conocieron en unas reuniones de transexuales y se enamoraron, es decir, la chica que antes era chico se enamoró del chico que antes era chica, o sea, un quilombo de la gran flauta, pero lo más extraño de todo es que a raíz de esto recordé un evento que me ocurrió de niño, que la verdad no sé si tenga que ver, pero fue lo que se me pasó por la mente cuando leí ambos artículos.
Tendría unos 8 ó 9 años, no lo recuerdo bien, y jugaba en la calle con mis amigos, la cosa es que como parte del juego, todos empezamos a gritar como mujeres de una forma escandalosa, entonces mi padre (un militar en función recién llegado de zona de alto riesgo), quien dormía su resaca en el sillón, se despertó con los alaridos, y cuando se asomó a ver quiénes eran esos chibolos afeminados que jugaban de forma nada apropiada para un varón, se dio cuenta que su hijo menor era uno de los más gritones. Recuerdo el gruñido de mi viejo sonar más fuerte que cualquiera de nuestros gritos disforzados, ¡¡OYE TU, VEN PARA ACA!!, todos mis amigos se callaron y yo hice caso, entré a la casa, y ni bien atravesé la puerta, mi viejo se sacó la correa y me metió como 10 correazos de forma salvaje mientras me gritaba, ¡¡NO QUIERO QUE NUNCA MAS VUELVAS A GRITAR ASÍ CARAJO, OK??!! ME ESTAS ENTENDIENDO??!!, y eso me bastó para nunca más volver a gritar así, y esa fue también la única vez que mi viejo me pegó en la vida…
Mis padres siempre nos cuidaron mucho a mí y a mis hermanos, siempre nos conversaron mucho sobre aquello de cuidar nuestros cuerpos y que nadie debía tocarnos en nuestras partes íntimas, supongo por el temor justificado que alguien con malas intenciones se aprovechara de nosotros . Recuerdo mucho que mi madre me decía “No dejes que nadie te toque el poto ¿ya hijito?” y yo todo cojudo le preguntaba “¿Por qué mami?, ¿Qué me va a pasar?”.. una vez , cuenta mi mamá (en casi todas las reuniones, para hacer reír a las visitas a costa mía) que yo llegué a mi casa luego de jugar con mis amigos, entre ellos un niño negro que era uno de mis mejores patas y se llamaba Pirulo (en serio, así se llamaba) y le dije bien serio “Mamá hoy Pirulo jugando me agarró el poto”, entonces mi mamá preocupada me preguntó “¿Cómo? ¿Y qué pasó?”, y yo le contesté feliz , “Nada mamá, eso es lo que te venía a contar, no me pasó nada”, y luego me fui a seguir jugando futbol y a mi mamá no le quedó otra que reírse ..
Esa curiosidad que demostré de niño la he tenido siempre, en todo aspecto de mi vida, a mí no me podías decir “No hagas esto, porque es malo”, porque peor yo salía a la calle y lo hacía para comprobar por mí mismo si eso era verdad, y la verdad, doy gracias por ser así, siempre he ido por la vida haciendo cosas en cierta forma “prohibidas” para verificar por mí mismo si era cierto lo que me decían, y muchas de esas experiencias y sensaciones (no todas, claro) son las que de alguna forma he tratado de compartir en este blog…
Y nada, que me dieron ganas de escribir esto, y ya son las 6:32pm y ya es hora de retirarme a mi casa , porque mañana he quedado con una amiga de la universidad a quien no veo hace siglos (y quien sorprendentemente también corre) para correr 10 kilometritos por la avenida Salaverry, así que hoy toca acostarnos temprano…

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