miércoles, 30 de octubre de 2013

y es que hay cosas que nunca cambian

Estoy sentado en una mesita de plástico frente a la cafetería de Artes de mi Universidad. Atrás mío está el pabellón de Estudios Generales Ciencias, lugar donde pasé 2 años de mi vida y que a pesar de todo lo que me hizo “sufrir” (académicamente hablando), siempre lo recuerdo con cariño…
Hoy vine a mi Universidad con un objetivo: Conseguir asesor para mi Tesis. Y lo conseguí. Así que estoy contento.
Otro motivo por el que estoy contento es porque ayer en la noche fue el concierto de Blur y estuvo espectacular de inicio a fin. Fue genial ver como Damon (el vocalista) se entregó por completo en el escenario y más genial aun la respuesta de la gente, en verdad creo que los Peruanos debemos ser uno de los mejores públicos del mundo o al menos ayer lo fuimos.
Otra cosa por la que estoy contento es porque ayer sin-querer-queriendo conocí a una chica que hace rato quería conocer, y que mejor forma de hacerlo que de manera casual y encima en un concierto de Rock. La pasé muy chévere contigo y con Alan mi querida Cafeinómana, fueron el complemento perfecto.
Otra cosa por la que estoy contento es porque últimamente hablamos bastante con mi papá, y cuando digo “hablamos” me refiero a hablar cosas importantes, y cuando digo “hablar cosas importantes” me refiero a hablar cosas que hacen que nuestra relación sea mejor. Descubrir el lado humano de mi padre se está convirtiendo en una fascinante aventura.
Otra cosa por la que estoy contento es porque mi sobrino “Dogor” ha decidido luchar por sus sueños y dedicarse al arte. Al principio no fue fácil aceptarlo, “Dogor” se preparaba para postular a Ingeniería Industrial en la Católica y de un momento a otro decidió dejar todo para estudiar Danza en la Escuela Superior del Folklore José María Arguedas. Cuando me enteré de la noticia me sentí ¿Cómo decirlo?, ¿molesto?, ¿decepcionado?, pero aun así intenté expresarle mi apoyo. Pero ese apoyo no era honesto, no me lo creía ni yo, y eso hacía que me sintiera mal, mal conmigo mismo y con él, porque yo sabía que él necesitaba mi apoyo sincero. Gracias a Dios decidí hablar con él, pero hablarle con el corazón. Le expresé mis dudas, mis temores con respecto a su elección. Luego él me explicó todos los planes que tenía, los objetivos que quería alcanzar. Y entonces, solo entonces, lo entendí y lo apoyé de forma sincera, y estoy seguro que él lo sabe y eso hace que (lo vuelvo a repetir) me sienta contento. Yo sé que ya no lees mucho mi Blog hijito, pero si algún día lo haces quiero que sepas esto -que ya te lo he dicho, pero quiero que quede escrito por siempre-: te amo, y si no te apoyé desde un principio fue porque no entendía lo que querías, porque tal vez me sentí un poquito triste porque no querías estudiar algo parecido a lo mío, dicen que los padres queremos que nuestros hijos sean nuestras versiones mejoradas y tal vez yo quería eso contigo, pero tú supiste hacerme entrar en tu mundo, me abriste tu corazón y te lo agradezco, de verdad, gracias por enseñarnos a todos que perseguir los sueños es siempre lo más importante..
Otra cosa por la que estoy contento (y prometo que esta es la última) es porque últimamente me estoy llevando muy bien con la mamá de mi hija (la buena K). Tanto así que ayer que fuí al concierto, fue ella quien se quedó en mi casa cuidando a nuestra hija. Fue raro levantarme hoy tempranísimo y ver a la K en la cocina intentando preparar el desayuno, y digo “intentando” porque al final lo hice yo, y es que hay cosas que nunca cambian…

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