viernes, 20 de marzo de 2015

El Frapuccino de Evita

Pre-requisito para continuar: Haber leído “La Chicha de Evita

Increíblemente, luego de 13 años, estoy frente a Evita de nuevo.
Estamos en un local tipo “Lounge” que queda cerca de nuestro antiguo barrio. Evita me ha llevado allí porque dice que es un lugar cómodo, donde se come rico y se puede conversar.

Un mesero a quien Evita parece conocer se acerca a tomar el pedido, y antes que yo pueda decir nada Evita elige por mi “Tráiganos 2 frapus de lúcuma por favor”, el tipo sonríe y se retira por donde vino.

“Tienes que probar el frapu de lúcuma de aquí, es riquísimo” me dice Evita y luego me pregunta que porqué me he sentado tan lejos, que “Me venga más acasito, para poder conversar”, así que yo le hago caso y me siento a su lado.

“Estás igualito” me dice Evita, pero eso no es cierto, estoy más flaco, viejo y con menos pelo desde la última vez que nos vimos.

“Tú también” respondo, pero eso no es cierto, Evita ha subido bastante de peso y su cara otrora de niña se ha convertido en la cara de una mujer.

Curiosamente en ese momento que hablábamos, ambos estábamos desempleados, los dos habíamos renunciado una semana antes a nuestros trabajos y teníamos vacaciones forzosas, por eso habíamos aprovechado para vernos después de varios años de intentos fallidos.

“Cuéntame por qué te divorciaste” me madruga Evita y yo le advierto que es una larga historia, “Cuéntame nomás, que mañana no tengo que ir a trabajar, ni pasado, ni traspasado..” y entonces los dos nos reímos y volvemos a tener 19 años.

Me demoré como 40 minutos en contarle a Evita todo el tema con la K, ella me escuchó con atención y luego que acabé exclamó “Increíble”, fue lo único que dijo.

Cabe indicar aquí que Evita conoce a la K, ya que los tres somos del mismo barrio y es más, esa noche me enteré de algo que no sabía “Tu sabías que la K me quitó a un enamorado cuando estábamos en 3ro de media?”

Luego de que me contó ese chisme que me hizo reír muchísimo, Evita me contó porque ella había terminado su relación, yo también le presté mucha atención, a diferencia mía Evita soltó unas lágrimas cuando acabó.

Luego de contarnos nuestras “penas” mutuamente, comenzamos a hablar de nuestras hijas, ya que curiosamente Evita también tiene una niña que es su adoración.

En un momento ambos nos planteamos la clásica pregunta que se hacen dos personas que salieron en el pasado:

-Qué hubiera pasado si ese día me hubieras dicho que sí, si hubieras aceptado estar conmigo?
-No lo sé amigo, era tan chica, pensábamos tan distinto. Lo que si te puedo decir es que cuando te veía con la K me daba una cólera!
-JAJA así son ustedes pues, no comen ni dejan comer
-Será no amigo?... Pero, así en serio… si pudieras cambiar algo de tu pasado, qué sería?
-No sé Evita, lo que sí sé, es que esa noche del 7 de diciembre, la volvería a buscar a la K para fabricar a nuestra hija
-Tienes razón, igual yo, tal vez cambiaría unas cositas pero ese día a la misma hora, lo iría a buscar al papá de mi G y me le trepaba! JAJA
-JAJA.. es que ya no concebimos nuestra vida sin ellas..

Conversamos mucho esa noche, hasta que cerraron el local, y cuando salimos hubo la idea de seguir la conversación en otro lado, “Tal vez con unos chilcanitos”, al fin y al cabo ninguno de los dos trabajaba al otro día. Pero luego lo pensamos bien y coincidimos en que no era prudente.

Regresamos al barrio caminando, por el mismo camino que solíamos recorrer antaño…

-Te acuerdas que siempre nos parábamos allí a besarnos? –dije señalando una esquina-
-Claro, te acuerdas cuando fuimos a Huaral?
-Claro, fue la primera vez que pasó algo, el oscurito del Bus se prestó para la vaina
-El Huaralino no? JAJA

Esa noche dejé a Evita en la puerta de su casa, como siempre, la piedra enorme donde solía sentarme las veces que iba a visitarla ya no estaba, su casa otrora de un solo piso era ahora una bonita casa de 3 pisos

-Y ahora? Cuando te veré de nuevo amigo?
-Pronto, tenemos que ir a la playa como quedamos, con las bebes
-Sale!

Le doy un besito en el cachete a Evita y me voy caminando para la casa de mis papás, imposible regresar a mi casa a esa hora así que dormiré allí esta noche, en el camino le escribo a mi novia al whatsapp: “Hoy me encontré con una amiga que no veía hace mil años, estuvo lindo, mañana te llamo para contarte”

Fin del Post.

Bonus track:
Al otro día fui a recoger a K para ir a comprarle los libros a nuestra hija y ya en el auto le comento:

-No sabes a quien vi ayer? A Evita
-A Evita? Oye tu te pasas no? Qué va a decir N
-Por qué? Si es mi amiga, no tiene nada de malo
-Para ti, pero bueno, ya no es mi problema, y cómo está?
-Bien, me contó que le quitaste un novio de chibolas

(K se queda un rato pensando)

- AHHHH… M! mi primer enamoradito, yo no sabía que estaba con Evita, ese vivo me dijo que estaba solo, así son ustedes desde chiquitos pues, unos vivos!
-Evita aún se acuerda y te odia por eso, encima te casaste conmigo así que te odia aún más
-JAJA hablas tonteras Oye

(Llegamos al colegio de nuestra hija y hay unas colas horribles para comprar los libros, con K nos dividimos las colas, ella se puso a hacer una y yo otra)

La conversación continuó por Whatsapp:
-Oye no sabes, Evita me acaba de escribir diciéndome que escuche una canción
-Cual?
-No recuerdo, pero es una baladita
-Ya ves! Eso te pasa por estar saliendo cuando tienes novia, Evita se está ilusionando y ya te está dedicando canciones
-JAJAJAJA… qué va ser!
-Tú te ríes, todo lo ves broma, pero puede ser, ella está separada y cuando las mujeres estamos así nos volvemos vulnerables
-Es una canción nomás Oye

(Volteo a ver a K y ella también voltea a verme a mí, los dos nos estamos riendo en nuestras respectivas colas y los papás de los demás niños nos quedan mirando, seguro pensando "Y estos? No que estaban divorciados?..")

Leer más...