martes, 14 de abril de 2015

A los 40

El día que cumplí 40 años el despertador me levantó a las 5:50 am, fui al baño presuroso y me miré al espejo con curiosidad buscando si había alguna arruga nueva o un nuevo mechón de canas, algo que hubiera cambiado mi aspecto de forma radical desde el día anterior. Pero no, mis arrugas y mis canas seguían siendo las mismas y mi cara seguía igual de fea.

Me lavé la cara, los dientes y me puse ropa para correr, y exactamente a las 6 am sonó mi celular, era N que ya estaba abajo esperándome. Cuando bajé a abrirle la puerta N se abalanzó sobre mí, me dio un gran abrazo y beso de cumpleaños y luego me pidió que la ayude a bajar algo del taxi, era mi torta

En los 3 años y meses que estoy con N, no ha habido un solo cumpleaños que no me haya sorprendido con una torta muy especial y esta no fue la excepción, era una torta de El Vengador

Acto seguido N se subió a la bicicleta y salimos a la calle, mi plan era correr algunos kms hasta llegar al Mar, así mismo verificar si mi pie derecho ya había sanado de una lesión que contraje jugando futbol en un campeonato de mi nuevo trabajo (Nota mental: no volver a jugar un campeonato de futbol nunca más y si se puede pichangas tampoco)

Aproximadamente 20 minutos después estaba frente al mar, mi novia me dijo que cogiera la bici y me tomó una foto que yo subí al Facebook con el tag "A los 40", luego seguí corriendo hasta completar 10 kms, me había propuesto terminarlos en menos de 1 hora, lo cual era difícil considerando que no corría hace meses

Cuando acabé me senté en un murito a descansar, debido al esfuerzo en el último tramo (una pendiente criminal) me había agitado mucho y me había dado un poco de nauseas, mi novia me miraba de una forma rara con la bebida hidratante en la mano..

-Qué te pasa cielo?

-Nada

-Entonces por qué tus ojos están como si hubieras bostezado?

N miró el mar un rato, luego habló..

-Me emociona las cosas que haces, como te esfuerzas… tal vez te parezca tonto pero… tú me inspiras

Pocas veces me quedo callado sin saber qué decir, pero N consigue eso a veces, solo atiné a abrazarla y besarle la frente, lo que había dicho era una de las cosas más lindas que alguien me había dicho en la vida...


Fin.

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