domingo, 31 de julio de 2016

Tres soles cincuenta

Se acercaban las diez de la noche, hora de levantar el parche, y no había vendido nada, ni un anillo, ni una pita para la muñeca, nada. Pero eso no era el problema, no vender nada ya había pasado otras veces, el problema era que no tenía ni un sol en el bolsillo, y el cuarto donde dormía quedaba lejos, en el cono sur de Tacna, como a 1 hora en micro, como a 3 horas a pie. Así que aquí estoy, en la calle, en una ciudad que no es la mía, con un frío que cala los huesos, el parche extendido en el piso, la mercadería sin venderse. Encima hoy ni uno de mis amigos vino a trabajar, uno se quedó en el cuarto enfermo y al otro no sé qué le habrá pasado. A mi lado dos pintores conversan, uno es Arequipeño y el otro es Chileno, el Arequipeño le dice que las Chilenas son más lindas que las Peruanas, porque son flacas, blancas y de ojos claros, el Chileno le responde que prefiere a las Peruanas, sobre todo a las Pucallpinas, “Las mujeres más lindas están allá compadre, piel canela, unos cuerpazos”, yo los escucho y solo pienso si alguno de ellos querrá prestarme para mi pasaje. Las tiendas empiezan a cerrar, ya casi no queda nadie vendiendo en la calle, el guardia municipal pasa por 3ra vez mirándome con mala cara, “Y ahora qué hago? Como me regreso al cuarto?”, pienso, “Me subo al micro y le digo que no tengo plata, que por favor me jale? o le digo que le pago con una pitita, con un anillo para su flaca?”, empiezo a guardar las cosas en la mochila, me acuerdo de algo que me decía mi mamá de pequeño, “Siempre que estés en problemas, encomiéndate a tu abuelo”, y así lo hago, me tranquilizo un poco. Entonces escucho una voz, alzo la cabeza y es una chica, “Te acuerdas de mí? Vine por la mañana, te pregunté por un anillo, todavía lo tienes?”, “Claro, claro, lo quieres?”, “Si, tres soles cincuenta no?", "Toma aquí tienes”, y la chica se pone el anillo contenta y se va, y yo empuño los tres soles cincuenta en mi mano, pensando que aquello no pudo haber sido una simple coincidencia…
(Tacna, diciembre 2002)

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